La gastronomía en el cine de Almodóvar
Arranca el Festival de Cannes 2019, que este año celebra su 72 edición, nuestro director manchego más internacional aspira a llevarse la Palma de Oro con “Dolor y Gloria”, y qué mejor momento para hacer un recorrido por la gastronomía en el cine de Almodóvar. Vamos allá.
«Pepi, Luci, Bom y otras chicas del montón»
No es su mejor película, pero es la primera. Y hoy día ya se ha convertido en una obra de culto. Estrenada en 1980 y abucheada durante su proyección en el Festival de Cine de San Sebastián de aquel año, la cinta termina con Pepi y Bom comiendo bacalao al pil pil. No contamos más, para no hacer spoiler, aunque hayan pasado casi 40 años desde su estreno.
«Qué he hecho yo para merecer esto»
Un ingrediente fundamental para hacer un buen caldo, la pata de jamón, se convierte en el alma letal con la que Carmen Maura asesina al machista de su marido, del que está completamente harta. Así, ésta se convierte en uno de los ingredientes clave en la gastronomía en el cine de Almodóvar.
La paella es el plato que provoca un tremendo conflicto en“La Flor de mi secreto”, entre Marisa Paredes y su marido Paco, interpretado por Imanol Arias. La paella es el plato favorito de él, ella se lo ha preparado con todo su cariño para recibirle cuando regresa de Bruselas, pero él se niega a comérsela porque se ha quedado fría, y ella termina perdiendo los nervios.
No nos podemos olvidar del pisto manchego que prepara la propia madre de Pedro Almodóvar en “Átame”. Él mismo lo prepararía después en el programa de TVE “Con las manos en la masa”, con una pinta tan buena que a una le entran ganas de “arrebañar todo lo que pueda”, como le decía Rossy de Palma a Paul Bazo en “Kika”.
«Mujeres al borde de un ataque de nervios»
No se puede hablar de la gastronomía en el cine de Almodóvar sin mencionar al gazpacho más famoso de la historia del séptimo arte. En “Mujeres al borde de un ataque de nervios”, Carmen Maura recita todos los ingredientes necesarios para hacerlo perfecto. Pero, ¿y los somníferos? Me pregunto si así mantendrá ese efecto milagroso de quitarte “la típica dureza esa de las vírgenes”.
Contaba Almodóvar que todas las mujeres de su infancia estaban obsesionadas con la comida. Con ella y con dar de comer. De ahí la cocina de la tía Raimunda en “Volver”, la tortilla de patatas, o del cameo de la cocina de su amiga Elena Benarroch (sí, la cocina hacía un cameo) en “Julieta”. De hecho, esta película está rodada en cinco cocinas distintas: tres madrileñas, una gallega y una andaluza. En ellas los personajes hacen tortillas, pelan tomates, preparan un té, desayunan pastas o tiran tartas a la basura mientras pasa la vida.
Si será importante la gastronomía en el cine de Almodóvar, que en el año 2017, el menú para el jurado del Festival de Cannes estaba inspirado en sus películas.