Un desayuno a la italiana
Un desayuno a la italiana Cada día mis dos plantitas de tomates cherry me dan media docena de frutos. Los recojo a primera hora, antes de que el sol madrileño chamusque la piel tersa de mis perfectas esperas rojas. Huelen a hierba recién cortada y en su pequeño interior guardan una pulpa sabrosa sorprendentemente jugosa. No hay nada como recoger tus propios tomates en tu terraza urbanita.
Me acaban de regalar una bolsitas de mi queso preferido, los bocconcini. Son pequeñas bolas de mozzarella de búfala un poquito más grandes que un huevo de codorniz típicas del Sur de Italia. Creo que, entre los magníficos y deliciosos quesos italianos, me quedo con dos: la mozzarella y la burrata -que utilizaré para otro de mis desayunos preferidos-. El bocconcino es una mozzarella en miniatura, que a mi parecer es perfecta para un desayuno fresco, nutritivo y caprichoso de verano.
He cortado albahaca de una de mis macetas, ¡está espléndida! y le he añadido a unas rodajas de prociutto que también me han traído de Italia. Lo siento italianos, reconozco que tenéis algunos de los productos y platos que más me gustan del mundo, pero el prociutto se queda muy por debajo de nuestro delicioso jamón ibérico de bellota. El prociutto más delicioso nos viene del centro-norte de Italia, de la zona de Parma y alrededores. Se le llama prociutto al jamón curado, crudo, que se suele servir cortado muy fino.
Así que hoy un desayuno a la italiana lleva esto:
– Hojas de albahaca
– Bocconcini
– Prosciutto
– Tomates cherry
– un chorrito de aceite de oliva virgen -hoy utilicé el cornicabra de Casas d’Hualdo, Toledo-
– Pan tostado
y… ¡claro! café italiano que no falte.
Buenos días!!!