Cómo conseguir la perfecta masa madre

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Empecemos con la definición para que todos sepamos de qué estamos hablando: la masa madre es una mezcla de harina y agua que, tras un proceso de fermentación, se convierte en un leudante natural para futuras masas de pan a las que aporta efectos muy beneficiosos, tanto a nivel organoléptico como nutricional. Para conseguir una masa madre sana y activa hay que seguir una serie de pasos que incluyen alimentarla e hidratarla de una determinada manera durante varios días seguidos. La revolución del pan, dicen los emocionados conversos; el tamagotchi de los foodies, dicen los escépticos con cierta crueldad. Ni uno ni otro tienen toda la razón: por una parte, la masa madre requiere ciertos cuidados para mostrarse en todo su vigor, pero estropearla o incluso matarla es bastante difícil. Por otro lado, es cierto que hemos experimentado durante los últimos años un revuelo con todo lo relacionado con el pan… pero precisamente ha sido por volver a los orígenes, a la tradición panadera de muchos siglos.

En el proceso de evolución del pan a lo largo de la Historia, la primera técnica que se incorporó, tras la mezcla y la cocción, fue la masa madre. Ya se utilizaba en las civilizaciones egipcia, hebrea y romana. El proceso consistía en reservar una parte de masa de una hornada primitiva para inocularla a las siguientes. En familias panaderas, la masa madre ha pasado de generación en generación. Esto fue así hasta finales del siglo XIX, cuando la levadura química empezó a aparecer en los mercados. A partir de entonces, empezó a arrinconarse la preparación larga y artesanal salvo en el caso de los panes de centeno, que sí requieren el impulso de la masa madre para resultar panificables.

 

Masa madre perfecta

Ingredientes

400 ml de agua preferentemente mineral a temperatura ambiente

400 gr de harina de trigo integral

1 cucharadita de pasas (opcional)

1 cucharadita de yogur natural desnatado o un chorrito de limón o vinagre (opcional)

Utensilios

1 tarro de cristal (para poder observar el proceso) con un litro de capacidad

Paciencia

 

Día 1

Mezclamos en el tarro de cristal 50 gr de harina y 50 ml de agua. La receta ortodoxa de masa madre lleva esto y nada más. Pero si no estamos muy familiarizados con el proceso a lo mejor necesitamos dos comodines: las pasas, cuyo azúcar “alimentará” rápidamente a las levaduras en la primera fase y el yogur/limón/vinagre, cuya acidez puede contribuir a proteger la masa. También será inevitable que le incorpore algunos matices de sabor, pero eso no tiene por qué ser malo en absoluto. Parecerá que el tarro está casi vacío, pero en cuanto la masa madre esté a pleno rendimiento, lo llenará. No lo cerramos nunca completamente puesto que el proceso de fermentación libera gases que han de poder escapar. Dejamos reposar la mezcla 24 horas a temperatura ambiente si hace calor o en un rincón cálido si no.

Día 2

Podemos escrutar la masa en busca de algún signo de vida y a lo mejor encontramos burbujillas casi imperceptibles, pero lo más normal es que aún no se note nada. Añadimos otros 50 gr de harina y 50 ml de agua. Marcamos con un rotulador el alcance de la mezcla en el bote (esto nos servirá para ver las variaciones entre un día y otro) y esperamos 24 horas de nuevo.

Día 3

Probablemente encontremos novedades: un número ya considerable de burbujitas, un poco de líquido marrón cubriendo la superficie y, al levantar la tapa, un olor muy característico. Eso significa que todo marcha bien. Retiramos la mitad de la mezcla y añadimos 100 gr de harina y 100 ml de agua. Si habías añadido pasas, es el momento de recuperarlas. Borramos la marca anterior, la renovamos y volvemos a dejar reposar otras 24 horas.

Día 4

Si los signos de vida del día 3 aún no se habían manifestado, hoy seguro que sí. Repetimos el proceso de desechar parte de la masa, esta vez dos tercios, para volver a añadir 100 gr de harina y 100 ml de agua. Marquita nueva y a reposar.

Día 5

Lo más probable es que nuestra masa madre haya experimentado un crecimiento espectacular. Ya casi estamos: retiramos mezcla hasta quedarnos sólo con 100 gr y volvemos a añadir 100 gr de harina y 100 ml de agua. Dejamos reposar y… ya está. En 24 horas o menos nos encontraremos con una sustancia viva y burbujeante de olor ancestral lista para levar nuestros panes.

Conservación

Si mantenemos la masa madre a temperatura ambiente, tendremos que “alimentarla” (refrescarla) cada día, retirando la mitad y añadiendo harina y agua. Si optamos por la nevera, puede sobrevivir de manera casi indefinida con refrescos periódicos. Eso sí, a temperatura ambiente estará lista en cualquier momento, pero en la nevera necesitará un refresco previo a temperatura ambiente (que puede llevar de 12 a 24 horas) para estar otra vez a pleno rendimiento.

Consideraciones

A partir del día 4, podemos usar harina blanca en lugar de integral para convertir nuestra masa madre en polivalente y que sirva tanto para panes blancos como integrales. Esto puede hacerse tanto en el proceso de creación como en los posteriores refrescos una vez elaborada.

Por otra parte, la adición de harina de centeno, refinada o integral, es una opción muy interesante en cuanto a sabor y conservación por sus propiedades. ¡Y revive una masa madre adormecida de manera casi mágica!

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Categoría: Recetas | Comentarios: 7

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7 thoughts on “Cómo conseguir la perfecta masa madre

  1. Avatar for Cocina

    Es la primera vez q hago la masa. Empezé el domingo pasado . Casa día he puesto ,50/50 de agua y harina. Estoy un poco pluf xq la masa no ha subido más q vo 3 dedos en un bote de 500 .
    Sí es cierto q tiene burbujas y al moverla es elástica pero no sé si estará ya lista y cuánta tendría q usar para hacer un pan o pizza de de medio kilo de harina
    Les agradezco me contesten
    Gracias

  2. Hola, soy alérgica a todos los cereales.. Habia pensado en hacerla con trigo sarraceno en grano molido,.. Se puede hacer así?… El grano tal cual lo muelo y listo, no?
    Algún consejo para hacer masa madre con éste pseudocereal??
    Gracias

    • Hola, por lo que sabemos el trigo sarraceno se comporta como si fuera una harina integral aunque no lo sea así que la masa madre debería salir. Si, lo puedes moler y punto

      • Hola, llevo mas de diez dias haciendo la masa madre de trigo sarraceno en grano molido, al segundo dia ya me salieron unas burbujas muy grandes.. La refresco todos los dias, a una temperatura de media de 28 grados, empezé con 20/20..y refrescoa de 30/30, o 40/30, dependiendo para que se fuera quedando algo espesa.. No me sube nunca, pero no huele mal, siempre al refrescarla me huele a yogur y pasa a ácido. He probado de todo,.. En tarro se cirstal tapada, tapado con trapo, con papel film con y sin agujeros,.. Mas liquida, menos liquida.. Etc… No sé donde cometo el fallo.. Me podeis ayudar?.. Gracias

        • El trigo sarraceno no tiene gluten, y el gluten es lo que le da la estructura a la masa madre de crecer y mantenerse

  3. Hola! Tengo varias preguntas, mi masa madre lleva pasas trituradas que eche para acelerar el proceso. Llevo unos días alimentandola y lo cierto es que huele a queso, no sé si es un olor normal. Tiene un color normal pero el olor es así como un queso de cabra. No sé si es por la fruta. Es mejor hacerlo sin fruta? Otra cosa no se si el frasco es demasiado grande, siempre veo que usais unos muy pequeños pero pienso que no va a tener espacio para crecer? Y otra cosita, hay alimentarta en el mismo frasco o usamos uno limpio en cada refresque? Mi madre madre lleva un par de dias que no crece cuando la alimento. No puede ser por la temperatura porque es agosto y estoy en Málaga pero no sé si debo tirarla y empezar de nuevo o se puede salvar

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