Ocho de las mejores pizzas de España
¡Cuánta razón asiste a los que eligieron la pizza como el bocado para una larga noche de reflexiones y discusiones políticas! Porque, sinceramente, pocas comidas hay tan sencillas, deliciosas y fáciles de compartir. Porque ¿qué mejor manera para aliviar las tensiones que verse en esa situación de coger una porción de pizza y zampársela con las manos?
Nos encanta la pizza pero, eso sí, nos gusta las que están hechas con masa casera y con ingredientes de primera calidad. Por eso sugerimos que la próxima vez que a alguien se le ocurra mandar una flota de pizzas a una sede política, elijan bien, que al menos sea ricas y elaboradas con una maravillosa materia prima.
Aquí van nuestras ocho pizzerías favoritas para ¡echar la noche!
EN MADRID
Hay que entrar en el Colegio de Arquitectos de Madrid y descubrir cómo es este precioso restaurante, todo cubierto en madera, con terraza para los días de sol y mesas envueltas en enormes librerías para los días de frío. Es un restaurante de cocina mediterránea de corte italiana aunque se le escapen algunos platillos de ceviche y otras delicias, pero nos ha ganado porque trabajan con un horno de leña y eso en las pizzas se nota. Las masas están bien hechas y la variedad es escasa pero suficiente, como siempre nos quedamos con la Margarita. Eso sí, lamentablemente estas pizzas no podrás pedirlas para llevar, se cuida tanto la materia prima que no están dispuestos a que se coma fuera de su local. ¡Bravissimo!
Don Giovanni
El día que Andrea Tumbarello decidió hacerse chef fue por la pura obsesión de comer bien. Así compró este local y así comenzó a elaborar un recetario de cocina tradicional italiana que te lleva y te trae por los recuerdos de los platos maternos. Se preocupa por tener la mejor materia prima de Madrid y lo consigue. Sus pizzas están entre nuestras favoritas, sí somos clásicos y pedimos siempre la Margarita pero os retamos a probar la que elabora con botarga o la que llena de lágrimas de trufa ¡cómo no!
CATALUÑA
Fabián Martín
De boseador a pizzaiolo. Por circunstancias de la vida, Fabián tuvo que dejar su carrera como olímpico para llegar a ser un gran campeón en el mundo de la pizzas. Varios años consecutivos ha conseguido el reconocimiento del Campeón del Mundo de Pizzas tanto en Nápoles como en EEUU. Desde luego, no hay quien le gana. El que busque pizzas clásicas, las encontrará… pero al que ‘se le vaya la olla’ con la pizza tendrá tentaciones como la choco pizza o la coca de plátano.
Pizzeria La Briciola (Barcelona)
Hay que sentarse en su sala sencilla, de matelitos de cuadros rojos y aires de trattoria clásica para descubrir el sabor tradicional y auténtico de la cocina italiana. Tiene una buena carta de pizzas, pero la casa siempre recomienda la Campione con tomate, mozzarella, salami picante, rucola, queso de cabra, achicoria y parmesano.
CIUDAD REAL
Hay un antes y un después en la historia de la pizza en nuestro país y todo es gracias a su fundador, Jesús Marquina. Se ha llevado todos los premios tanto en España como en Italia, el reconocimiento a un trabajo riguroso por llevar la pizza a la alta cocina. Nos encantan sus pizzas de rabo de toro o la que se llevó el premio a la Campeona del Mundo, la llaman Fantasía de la Granja.
Atención a los que vivís en Madrid, si queréis probar una pizza elaborada según los cánones de los mejores del mundo, no dudéis en pasaros por Kilómetros de Pizza (Avenida de Brasil, 6. 91 755 72 32)
PONTEVEDRA
Con aspecto de trattoria, sencilla y casera, esta casa ‘de comidas italiana’ está considerada una de las mejores del mundo. En la cocina, Francesco, napolitano de nacimiento, guarda la receta de su masa de pizza con celo, trabaja con productos de D.O. italianos e incluso, trabaja con diferentes tipos de harinas para hacerle la vida más feliz a los celíacos. No dudéis en probar su pizza vulcano.
ALMERÍA
Panpepato
Plaza del Tenis, s/n. Rodalquilar
Bueno, sí, vale… es que nos gusta mucho el pueblito de Rodalquilar y nos encantan estas pizzas de este sencillísimo restaurante, cuya terraza es una de las delicias después de un día de sol. Aunque tenemos que decir que en invierno, en su sala de mesas de madera y manteles de papel blanco, se disfruta enormemente de sus pizzas. Buena masa y buena elaboración, solo una pega… el pizaiolo se a ‘españolizado’ y le echa a todas orégano (¡nooooo!) Si queréis ser verdaderos comedores de pizza, pedirla sin orégano como dictan los cánones de Nápoles.