Alcachofas a la romana
La alcachofa, cuyo nombre real es“Cynara scolymus” es una cabeza floral comestible. La planta de alcachofa llega a alcanzar hasta los 2 metros de altura y en un principio, fue utilizada con fines médicos, por sus grandes propiedades digestivas, hipoglucémicas, dietéticas y por trabajar como fermento natural, lo cual ah permitido que en algunas zonas de España, se usen los cardos para hacer quesos artesanales, por ejemplo.
La alcachofa es oriunda de la zona del Mediterráneo, al noroeste de África; pero recién en el siglo XV ingresó a Europa. Es en Italia en donde se empezó a consumir, para después pasar a Francia y luego al resto de Europa y el mundo. Hoy se cultiva en grandes cantidades en Italia, Egipto, España y Perú.
Ingredientes
Y ahora.. las alcachofas a la romana:
Para freír la alcachofa, primero debemos limpiar bien las hojas, quitar las más duras y la parte superior.
Pelamos el tallo, abrimos la flor y las pasamos por harina primero, luego por huevo.
Con el aceite caliente a 185 grados aprox, las saltearemos en una sartén a fuego vivo. La idea es que el aceite cubra toda la alcachofa mientras la sostenemos con cuidado por el tallo.
Cuando estén fritas, las sacaremos a un papel absorbente para eliminar el exceso de grasa.
Vierte sal al gusto sobre las alcachofas. Podéis disfrutarlas solas o acompañarlas de jamón o foie.
Si eres un amante de la alcachofa, esta receta de Alcachofas a la romana y otras recetas puedes
realizarlas en el curso monográfico:
La alcachofa en la comida tradicional