Verdades y mentiras del Roscón de Reyes
Verdades y mentiras del Roscón de Reyes
BOLLO PAGANO
Esto de comer Roscón durante las Navidades y llamarlo ‘de Reyes’ (con mayúsculas) se podría decir que es una ironía. ¿Por qué? Porque ni el roscón se creó con un motivo navideño ni mucho menos cristiano, ni el bollito era manjar de los reyes.
La tradición de comer el roscón era cosa de los romanos: durante las fiestas de Saturno, que se celebraran a mediados de diciembre, cuando terminaba el trabajo en el campo, se celebraba un fiestón de esos de recordar en el Templo de Saturno.
Todo comenzaba con un gran banquete repleto de manjares del momento y, ¡claro!, buen vino; continuaba con la entrega regalos y seguía con baile y desenfreno… ese día estaba permitido todo, con lo que las costumbres y normas sociales del momento se olvidaba por un momento.
A esta fiesta se le llamó La Fiesta del Esclavo, una tradición que se terminó con la caída del Imperio Romano pero que, por esos milagros de los dioses, siguió viva en algunos punto de Europa.
LA REVOLUCIÓN FRANCESA
Se sabe que durante el medievo, en tierras francesas había una tradición muy popular de esconder un haba dentro de un bollo redondo, aquel que la descubriera se le coronaría rey durante ese día. La legumbre de la fortuna simbolizaba riqueza y fertilidad.
Como todo lo bueno en esta vida, lo que el populacho inmortalizo se lo apropiaron las clases altas ¿cómo?
Pues se dice que durante el reinado de Luis XV uno de sus cocineros hizo esto que tanto gusta a los chefs de ‘reinventar la tradición’ y se permitió el lujo de añadir junto con la pobre y humilde haba, una moneda de oro, así el que encontrara la moneda obviamente sería el rey; y el que encontrara el haba, el pringado que tenía que pagar el roscón.
Se cree que la receta tradicional del roscón nos llegó de Francia por el capricho de Felipe V. La corte la puso en sus mesas de lujo y el pueblo la elaboraba en los días de fiesta.
La fruta escarchada
Otra de las verdades y mentiras del Roscón de Reyes
¡Con lo que nos gusta a los españoles! Se sabe que ni los romanos ni los refinados franceses del siglo XVIII ponían fruta escarchada en el bollo de Navidad.
El arte de escarchar o confitar era habitual en las cocinas tradicionales chinas, el uso de la miel como conservante de los alimentos era habitual. Se sabe incluso que los romanos preservaban ciertos pescados en miel.
Pero cierto es que si hay unos verdaderos artesanos del dulce y del uso de la miel han sido los árabes. Muchos estudiosos creen que fueron ellos quienes modernizaron la técnica del confitado, hay documentos que nos descubren los banquetes árabes durante los siglos XV-XVI y en estos era habitual encontrar limones y rosas confitados.
La influencia de la cultura gastronómica árabe en España ha sido importantísima, con lo que se piensa que esta tradición de las frutas escarchadas se debe a este influjo.
Si nos releemos (o leemos) La Celestina, nos encontraremos con ese momento en el Calisto se ponía «hasta el quico» de un dulce elaborado a base de cidra confitada a primera hora de la mañana. Un desayuno punzante que ha quedado en los anales de la historia del despertar.
TOMA NATA
Los roscones rellenos de nata fueron también una moda francesa. Parece ser que a principios del siglo XX algunos reposteros franceses se inventaron los ‘gateaux de rois’ . El invento fue un bombazo que pronto se trasladó a nuestro país y al resto del mundo.
Un bollo viajero.
La receta viajó y viaja por todo el mundo: de Roma llegara a Francia, que de Francia pasara por España, en Portugal se elabora algo muy parecido llamado, también, bolo rei, y que nuestra Penísula llegó a gran parte de América latina, a México y Colombia fundamentalmente; e incluso ciertos puntos de EEUU, como Nueva Orleans donde se hace un bollito parecido durante el Mardin Gras.
El mejor bollo de este año
Lo puedes hacer tú porque todos los años hacemos un curso para aprender a elaborar el tradicional. Pero si te puede la pereza hagamos caso a los expertos y vayamos al que este año ha sido considerado Mejor Roscón Artesano, Pan Delirio, o el segundo mejor roscón que lo elaboran nuestro amigos y queridos maestros reposteros del Horno San Onofre.
